«Parece que nos hemos librado de lo peor», declaró el ejecutivo a la prensa junto a funcionarios del gobierno a partir de una evaluación en la isla Ábaco, donde constató algunas inundaciones en el puerto y en el aeropuerto internacional Leonard Thompson.
Calificó de insuficiente la inversión en infraestructura al cumplirse tres años del impacto en la zona del huracán Dorian, con igual trayectoria que Nicole.
Algunas entidades de Green Turtle Cay siguen sin electricidad, subrayó, mientras informó que la nación sigue abierta a los visitantes y no prevén ninguna caída del turismo.
El sector es fuerte y se mantendrá, muchos visitantes hicieron el cálculo de que esto era sólo una tormenta tropical o de categoría uno y se quedaron, afirmó.
Sospecho que este año vamos a alcanzar o superar los niveles de turistas de 2019, manifestó y destacó como mensaje final que se encontraban abiertos a los negocios.
La ministra de Gran Bahama, Ginger Moxey, anunció, por su parte, la reapertura del aeropuerto, donde solo retiraron algunos escombros.
Nicole se movió por el extremo noroeste de las Bahamas e impactó la víspera por la madrugada con categoría uno la costa este de la Florida, Estados Unidos, y luego perdió fuerza en su avance por el centro de ese territorio.
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