Lo que para muchos es un manjar consiste en una tortilla gruesa de maíz o arroz hecha a mano que se rellena con varios ingredientes. Los ingredientes más comunes son el queso, el chicharrón, el ayote (calabaza) o los frijoles refritos.
El gobierno salvadoreño declaró esta fecha en abril de 2005 a través de una legislación, y se ha celebrado de muy diversas maneras en todo el mundo.
De la misma manera que en el mundo se preparan grandes platos típicos como la paella y la pizza, por ejemplo, la pupusa tiene sus records de tamaño.
Son constantes los intentos de elaborar la más grande del país y del mundo. En Soyapango, integrantes de la Academia Centroamericana de Gastronomía de El Salvador (ACEGA), crearon una con 5.5 metros de diámetro en 2021.
Anteriormente, en 2019, se elaboró otra de 4.25 metros con la participación de 50 chef y se utilizaron 150 libras de masa de maíz, 50 libras de chicharrón y 50 libras de frijoles.
Ahora los pobladores de Olocuilt, un municipio del departamento de La Paz en la zona paracentral de El Salvador, se aprestan a establecer un nuevo record en ocasión de la celebración de este año.
En el pupusódromo de El Manguito, por decimoctava ocasión se buscará elaborar la pupusa más grande.
En el intento de establecer un récord Guinness participarán un promedio de 35 establecimientos y unas 70 personas en el proceso de elaboración de la pupusa más grande, un plato típico que destaca por su sabor, variedad y precio.
Según estadísticas de la Defensoría del Consumidor el 67 por ciento de los salvadoreños desayuna pupusas y un 71 por ciento opta por ella para cenar, a tal punto que no consumirlas en fin de semana “es pecado”, según la sabiduría popular.
No es de extrañar entonces que se pueda encontrar una pupusería casi en cada cuadra del país, en un industria que genera alrededor de 300 mil empleos a nivel nacional, especialmente para el sector femenino, según datos del Ministerio de Economía.
(Tomado del Semanario Orbe)