De acuerdo con el Ministerio británico de Defensa, los individuos viajaban a bordo de 22 botes de goma que fueron interceptados en alta mar por buques de la Patrulla Fronterizo, y llevados a puerto en la costa sur de Inglaterra.
Cálculos provisionales hechos por la prensa local a partir de los datos brindados por las autoridades sitúan en 40 mil 885 la cifra de migrantes llegados a territorio británico en lo que va de año.
El número supera con creces los 28 mil 526 interceptados en 2021, y los poco más de ocho mil reportados en 2020.
La reciente oleada tiene en jaque al sistema de inmigración, el cual se vio obligado a alojar a muchos de los solicitantes de asilo en hoteles pagados con dinero de los contribuyentes, luego de denuncias de hacinamiento y malas condiciones de vida en los centros de procesamiento.
El ministro de Inmigración, Robert Jenrick, advirtió este domingo, sin embargo, que ese buen trato, comparado con el que ofrecen otros países de la región, es lo que convierte al Reino Unido en el destino preferido de los migrantes que llegan al continente europeo en busca de una vida mejor.
El hotel Reino Unido debe terminar, y ser reemplazado por instalaciones sencillas y funcionales que no sirvan de estímulo adicional (para los refugiados), alegó Jenrick en un artículo publicado en el diario Telegraph.
La semana pasada, la ministra del Interior, Suella Braverman, calificó de «invasión» la llegada de los migrantes, y prometió endurecer las leyes de asilo.
La funcionaria también se comprometió a seguir adelante con los planes del Gobierno conservador de deportar a Ruanda a las personas que lleguen al Reino Unido a través del canal de La Mancha, pese a que esa medida es rechazada por las organizaciones de derechos humanos.
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