La cifra corresponde a los casos comprobados de contagio con la letal dolencia, pero hay un número similar de decesos sospechosos a los cuales resultó imposible hacerles los exámenes correspondientes para la certificación antes de que fallecieran.
El mayor número de muertes hasta el momento ocurrió en el distrito de Mubende, 29 del total; la enfermedad está presente en ocho distritos y el número de casos comprobados es de 137 de los cuales 65 fueron dados de alta, según el informe de la OMS.
La única buena noticia del texto es que en Mubende, epicentro del brote, en los últimos 14 días no se han detectado nuevos contagiados, aunque el día 10 del mes en curso, murió uno de los pacientes internados en el hospital de la localidad. A pesar de las cifras, las autoridades están optimistas sobre la contención del brote que ya se extendió a la capital del país y obligó a decretar el cierre de las escuelas para evitar el contagio de los alumnos y del personal docente.
El descenso de las estadísticas del número de infectados en los últimos días es muy alentador, declaró a la prensa la funcionaria encargada de la Fuerza de Tarea Ébola en Mubende, quien consideró que la campaña de sensibilización que incluye a los curanderos tradicionales, médicos e iglesias resulta decisiva.
La preocupación de las autoridades de Uganda y de varios países limítrofes que adoptaron medidas de emergencia se explica por los devastadores efectos humanos de senda epidemia de la dolencia entre 2014 y 2016 y, de nuevo, en 2020.
En el primer caso la enfermedad contagió a 28 mil 646 personas de países de África, Asia y América de los cuales murieron 11 mil 323 y requirió un esfuerzo mancomunado de varios países para contenerlo.
Durante el brote de 2020 los infectados, todos en países africano, ascendieron a tres mil 470 y los decesos a dos mil 280.
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