Medios de prensa nacionales destacaron que el entrante gabinete no prestará juramento esta semana, tal como se esperaba.
El bloque ultraconservador ganó 64 de los 120 escaños de la Knesset (Parlamento) en los comicios celebrados a principios de este mes, marcados por el auge de la ultraderecha, en especial del partido Sionismo Religioso, que conquistó 14 asientos para convertirse en la tercera fuerza del país.
Según diversos reportes, el principal escollo es la cartera de Defensa, reclamada por el dirigente de esa formación, Bezalel Smotrich, conocido por sus posturas racistas, xenófobas y antiárabes.
El diario electrónico The Times of Israel reveló que Netanyahu y Smotrich detuvieron sus contactos hasta nuevo aviso.
También se reportan fricciones en torno al Ministerio de Seguridad Interior, que exige el diputado Itamar Ben Gvir, máxima figura de Poder Judío (Otzmá Yehudit), quien juntó fuerzas con la formación de Smotrich.
Hace unos días el ex jefe del Estado Mayor del Ejército Gadi Eisenkot criticó el eventual nombramiento de ambos.
El diario Yediot Ahronoth reveló este martes que el gobierno estadounidense instó a Netanyahu a nombrar para Defensa a “alguien con quien se pueda tratar”.
Varios países árabes de la región, que mantienen relaciones diplomáticas con Tel Aviv, también alertaron sobre esa situación, al igual que sectores nacionales vinculados a la izquierda y ONG defensoras de derechos humanos.
Durante un reciente encuentro, el presidente israelí, Isaac Herzog, recriminó a Ben Gvir sus ataques contra las minorías y homosexuales.
Ante la ola de críticas, en un artículo en el diario Israel Hayom titulado “Una carta a mis hermanos de izquierda”, este último afirmó la pasada semana que maduró y moderó su lenguaje extremista, aunque en los últimos meses realizó varios actos provocadores en el barrio árabe de Sheikh Harrah y en la Explanada de las Mezquitas, en la zona ocupada de Jerusalén Este.
Acusado más de 50 veces y condenado ocho por disturbios, vandalismo e incitación al racismo, Ben Gvir es conocido por tener durante años en la sala de su casa una foto de Baruch Goldstein, quien asesinó a 29 palestinos en la Cueva de los Patriarcas en 1994.
Asimismo, fue discípulo del asesinado rabino ultranacionalista Meir Kahane, cuestionado por sus ideas radicales y extremistas, rechazadas incluso por otros políticos de la derecha israelí.
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