Su estructura seduce desde la distancia, pero ni el más aguzado de los videntes sería capaz de adivinar los tesoros que resguarda este sitio, ubicado en el top 10 de los lugares de obligada visita en la capital de Emiratos Árabes Unidos y parada necesaria en la primera jornada del Congreso Global de Medios, que tiene lugar en la ciudad hasta el 17 de noviembre.
Cientos de delegados internacionales se sumaron al tour por este impresionante sitio, que a primera vista destaca por sus cuatro minaretes (torres) de más de 100 metros de altura y las 82 cúpulas que integran su estructura completamente blanca -hecha de mármol de Macedonia -, jardines y estanque periférico.
Pero el exterior fue solo el preámbulo, al interior exhibe patio decorado con mosaicos, la alfombra hecha a mano más grande del mundo, lámparas chapadas en oro y cristales de Swarovski, lo cual se fusiona con un diseño interior moderno, con centro comercial, teatro, escaleras y pasillos eléctricos, entre otros atractivos.
Construida entre 1996 y 2007, la mezquita tiene una capacidad para 40 mil personas, quienes deben cumplir una serie de requisitos para transitar por sus corredores, en especial las mujeres que deben llevar un pañuelo que cubra el cabello y ropa holgada que cubra las piernas y brazos.
El trayecto obliga a mirar en todas direcciones, los visitantes examinan cada motivo impreso en columnas, paredes y techos, inspirados en las culturas de musulmanas de Marruecos, Argelia y Pakistán, mientras miles de piedras preciosas desprenden color y belleza en los decorados.
La experiencia traspasa el sentido de la vista para estimular las conexiones neuronales asociadas al tacto al llegar a la sala principal, a la cual se accede con los pies descalzos para preservar la belleza de la alfombra gigante creada por mujeres iraníes a partir del diseño del artista Ali Khaliqi.
Y con los pies firmes en ese suelo de algodón, las miradas fijan las lámparas de araña creadas a base de cobre y recubiertas de oro, cuya forma de 10 metros de longitud y nueve toneladas de peso evoca unas palmeras al revés.
Nombrada en honor al primer presidente del país, Sheikh Zayed bin Sultan Al Nahyan la instalación seduce a millones de visitantes de todo el mundo cada año y justamente los delegados del congreso hicieron honor a esta tradición, al tiempo que quedaron maravillados con la majestuosidad de su construcción y el hermoso espectáculo de luces que acontece al caer el sol.
oda/lbl