De acuerdo con el presidente de la Asociación de Economistas, la inflación actual estimada en un 30 por ciento está muy lejos de la realidad de los precios de bienes y servicios.
“Estos últimos, al igual que los precios de los derivados del petróleo, se han duplicado o incluso triplicado”, dijo el experto que criticó el incremento de más del doble del costo de la gasolina.
Labossière aseguró que el argumento esgrimido por Gobierno para justificar el alza del precio de los combustibles no se sostiene porque “las autoridades haitianas no tienen instrumentos para gastar el dinero del subsidio de los derivados del petróleo”.
Por esa razón aboga por la opción presupuestaria y recomienda al ejecutivo gastar sabiamente los fondos en operaciones que tengan algún impacto en la economía nacional.
Haití experimentó en los últimos tres años un crecimiento negativo lo cual, según el financista, Enomy Germain, lo sitúa en la etapa de depresión económica.
El más reciente episodio de Peyi lok (país bloqueado) agravado por las protestas contra el aumento de los precios del combustible y el bloqueo sostenido de las pandillas a la principal terminal petrolera del país, favoreció una crisis económica total, dijo Germain recientemente a un programa radial.
“El Producto Interno Bruto ha estado en contracción desde 2018. Esto significa que no estamos frente a una situación temporal, sino a una situación relativamente duradera. Entonces, lo que significa que la economía ya no está sufriendo una recesión, sino una depresión económica”, explicó a Magik 9.
Señaló, asimismo, que desde noviembre de 2021 el país también enfrenta una crisis monetaria pues la moneda nacional perdió cerca del 33 por ciento de su valor.
“Las finanzas públicas están en crisis. La Aduana y la Dirección General de Impuestos no están operando a plena capacidad dado que las actividades han disminuido. Sus actividades dependen de la actividad general de la economía, se han reducido drásticamente. Como resultado, el estado ya no puede pagar a sus empleados porque no tiene suficientes recursos”, lamentó. También la financiación privada está afectada por la limitación de las actividades económicas y despiden trabajadores.
Todo ello, indicó, en momentos en que la inseguridad alimentaria ronda el 48 por ciento y el país se encamina hacia el empobrecimiento.
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