El texto leído en la clausura del encuentro, que por dos días acogió alrededor de 90 delegados venezolanos, cubanos, colombianos y brasileños, denunció que el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba “es una acción genocida”.
Cuya consecuencia, indicó, afecta a los cubanos en todas las esferas de la vida y constituye el principal obstáculo para el desarrollo del país.
Exigió, en ese sentido, poner fin a ese cerco de más de 60 años contra la isla y expresó que el presidente Joe Biden debe cumplir el pedido de la comunidad internacional que exige “el fin de esta política criminal y obsoleta”, así como el resarcimiento por los daños causados durante décadas.
El texto demandó, además, la “devolución inmediata a Cuba” del territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo, territorio que la Administración estadounidense usurpa contra la voluntad del Gobierno y pueblo cubanos.
También solicitó de modo contundente, el retiro de la nación caribeña de la lista de países patrocinadores del terrorismo, “acción rastrera del imperio”, para una vez más afectar a la isla y sus habitantes.
La declaración propuso seguir tejiendo redes internacionales de solidaridad que no se activen solo por un evento determinado y puntual, sino que de manera permanente trabajen en conjunto en la construcción colectiva y en el intercambio de experiencias y saberes.
Demandó a construir estrategias de comunicación para divulgar los objetivos del trabajo de la solidaridad y la campaña permanente de denuncia del bloqueo estadounidense, a la cual están sometidos Cuba y Venezuela.
Al respecto, propuso crear un observatorio de medios y un laboratorio para la producción de contenidos que “permitan enfrentar la maquinaria mediática desde una posición ofensiva”.
El texto saludó la labor de las mujeres venezolanas y cubanas por dar el ejemplo ante el mundo de organización y constancia en la solidaridad, en el entendimiento de que la estrategia de los agresores imperiales busca “desmovilizar a la mujer”, por ser uno de los motores en la construcción de sociedades revolucionarias.
Los acuerdos, que forma parte de la agenda de trabajo del 2023 del Movimiento Nacional, llamaron a seguir incorporando a las filas de la solidaridad a los jóvenes de nuestros pueblos como generación de continuidad.
Asimismo, plantearon continuar impulsando las relaciones del Movimiento de Amistad y Solidaridad Mutua Venezuela-Cuba con el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, para lograr niveles de hermandad que permitan mayor intercambio y coordinación de agendas de trabajo.
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