De acuerdo con el ente especializado, el alza en los pedidos de crudo se ubicará en 1,6 millones de barriles diarios (mbd) en 2023, cifra inferior a los 2,1 (mbd) registrados durante 2022.
La debibilidad de la economía china, la crisis energética en Europa, la fortaleza del dólar y la inflación sostenida, son algunas de las causas para el retroceso de la demanda, pues presionan el alza los precios y limitan el consumo, explica el texto.
En medio de ello, amplía, existe una probable contracción del producto interno bruto, y una disminución del uso global de crudo en el cuarto trimestre de 2022.
Sobre el suministro mundial del petróleo, la AIE estimó que en octubre llegó a 101,7 mbd, pero pronosticó un retroceso de 1,0 mbd durante el resto de 2022, en la medida que entren en vigor los recortes de producción de la Organización Países Exportadores de Petróleo y la prohibición de la Unión Europea de realizar compras del crudo ruso.
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