Este lunes el mandatario presidió una reunión del Comité de Seguridad, donde evaluaron las acciones que se aplican en los territorios en los cuales se mantienen los operativos como parte del estado de excepción, informó la presidencia de la República en sus redes sociales.
El gobernante asegura que desde Quito continuará el despliegue de acciones para desarticular las mafias narco delictivas y proteger a los ecuatorianos, “no paramos de trabajar por la seguridad a nivel nacional”, aseveró.
La víspera, el Ministerio del Interior de Ecuador informó que el trabajo conjunto de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas resultó hasta el momento en tres mil 711 detenidos y 29 bandas criminales desarticuladas.
Sin embargo, 20 días después de iniciar el estado de excepción, los hechos violentos persisten en las calles y también dentro de las prisiones en las cuales el gobierno impulsa un proceso de reorganización.
Para algunos expertos las medidas adoptadas hasta ahora por el ejecutivo no resuelven el problema de raíz y advierten de la necesidad de mayor inversión social y políticas públicas integrales.
Esta es la quinta vez en año y medio de gobierno que Lasso acude a los estados de excepción, pero la violencia se mantuvo al alza.
En los primeros días de noviembre la tasa de homicidios en esta nación suramericana era 20,59 por cada 100 mil habitantes, la más alta de su historia, indican datos oficiales.
La situación actual de inseguridad se debe, a juicio de especialistas, al papel de Ecuador en las nuevas rutas del tráfico de drogas hacia mercados en el norte del continente y a la falta de inversiones tanto en áreas sociales (salud y educación) como para instituciones de seguridad.
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