Stoltenberg se refirió al hecho de que el bloque militar no ha desplegado oficialmente tropas en Ucrania, aunque existen numerosas pruebas –resaltan analistas- de la participación de efectivos de distintos países miembros en acciones combativas.
También se refirió el jefe de la OTAN a su rechazo a la creación de una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, y precisó que el objetivo del bloque bélico es “ayudar a los ucranianos a proteger su espacio aéreo por su cuenta”.
La implicación de la OTAN en el conflicto -según especialistas- es decisiva. Un recuento publicado por el Kiel Institute de Alemania, en el mes de agosto, señaló que el monto oficial de ayuda militar entregado a Ucrania superó los 40 mil millones de dólares.
Esa cifra representa cuatro veces el presupuesto de defensa ucraniano votado para el año 2022.
El pasado 22 de septiembre, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Ucrania, dejó claro que los países occidentales que apoyan al gobierno de Kiev con tal suministro de armas se están convirtiendo de hecho en parte del conflicto.
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