La hidatidosis, también conocida como equinococosis quística, es una zoonosis. Se trata de enfermedad infecciosa que se transmite a las personas desde los animales, y es causada por un parásito cestodo, denominado Echinococcus granulosus.
Supone -en opinión de los expertos del Instituto Superiore di Sanitá (Italia) y del Instituto de Salud Carlos III (España)- un importante problema de salud pública en diversas regiones con una elevada actividad ganadera.
La enfermedad no se transmite entre personas, y para completar su ciclo de vida, el parásito debe transmitirse entre animales herbívoros, en especial ovinos y cánidos (principalmente perros).
Según el estudio publicado en The Lancet Infectiuos Diseases, se trata de una dolencia poco frecuente que pasa de los animales a las personas, y la mayor preocupación para los especialistas es que es desantendida, infradiagnosticada y subdeclarada.
Los seres humanos se consideran hospedadores accidentales, que suelen infectarse por la ingestión de los huevos del parásito a través de alimentos o agua contaminada con heces de origen canino, o por contacto directo con perros parasitados.
En las personas, la hidatidosis es una enfermedad debilitante que afecta principalmente el hígado y los pulmones, y se caracteriza por el crecimiento lento y progresivo de los quistes hidatídicos, que son los responsables de las manifestaciones clínicas de la enfermedad.
Alertan los científicos que sin el tratamiento adecuado esta enfermedad puede ser mortal.
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