Así consta en la extensa Declaración Final del encuentro, que refleja el respaldo de este movimiento al pueblo cubano en su enfrentamiento al cerco económico, financiero y comercial impuesto por sucesivos gobiernos norteamericanos.
El texto aboga también por el cese de la ilegal ocupación de parte del territorio de la isla por la base naval estadounidense establecida en Guantánamo hace ya 119 años, y por la devolución del mismo a su legítimo propietario, el pueblo cubano.
En los últimos años, agrega, Cuba dio muestras una vez más de su habilidad y determinación y de su superioridad moral con los extraordinarios logros en el combate a la pandemia de Covid-19, desarrollando eficientes vacunas propias y brindando su ayuda a decenas de pueblos en el mundo.
La Declaración extendió también su completa solidaridad al pueblo de Puerto Rico en su lucha por la independencia y autodeterminación, y exaltó la relevancia de defender el proceso boliviariano de Venezuela contra los permanentes intentos de desestabilización y las sanciones unilaterales.
Subraya asimismo la importancia de la proclamación de América Latina y el Caribe como zona de paz, y saluda el triunfo del pueblo brasileño en las elecciones presidenciales del pasado octubre, ganadas por el fundador del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva.
Esta victoria confiere nuevos ímpetus a la lucha antimperialista en América Latina y otros continentes, considera el texto.
El manifiesto enfatiza que en un periodo de profundas y continuadas crisis económica, social y ecológicas el mundo enfrenta nuevos peligros y amenazas a la paz como resultado de la creciente interferencia y agresiones imperialistas.
Deplora la incesante y provocadora expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y demanda el desmantelamiento de todas las bases militares en el mundo, así como la total desmilitarización del espacio cósmico, entre otros aspectos.
En su jornada de la víspera, la XXI Asamblea del Consejo Mundial de la Paz eligió el nuevo Comité Ejecutivo compuesto por 40 miembros, quienes en su primer reunión avalaron como nuevo presidente de esa organización a Pallab Sengupta, de la India.
Mientras, Athanasios Pafilis e Iraklis Tsavdaridis fueron reelectos como secretario general y secretario ejecutivo, respectivamente.
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