Durante una ceremonia conmemorativa en la ciudad sureña de Kafr Sir, Qaouk reafirmó que el movimiento chiita encara la etapa actual de manera positiva y con espíritu de compromiso a fin de designar al nuevo jefe de Estado cuya prioridad sea salvar a la nación del colapso total.
El representante de la Resistencia indicó que el equipo del desafío y la confrontación alienta el enfrentamiento con más de la mitad del pueblo, sin enfrentar a los enemigos ni aliviar el sufrimiento de los libaneses.
Qaouk añadió que las fuerzas políticas contrarias a Hizbulah y sus aliados mantuvieron está lógica durante las sesiones de votación en el Parlamento y fracasaron siete veces en su intención de nombrar a un mandatario de rivalidad.
En este sentido, el miembro del Consejo Central convocó a dejar a un lado la confrontación y aceptar que el país necesita el diálogo y el consenso nacional como el camino más seguro para elegir al representante de la comunidad cristiana maronita en ocupar la silla presidencial en los siguientes seis años.
Líbano transita por el cuarto vacío de poder después de la independencia, bajo un gobierno interino, fragmentación en el Parlamento y en medio del agravamiento de la peor crisis económica de su época moderna.
El venidero jueves, justo en el primer mes de vacancia constitucional, los diputados libaneses volverán a plenario para efectuar la octava sesión a fin de nombrar al jefe de Estado número 14 desde 1943.
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