Según el diario Israel Hayom, antes de abandonar el cargo próximamente, la funcionaria quería ver aprobado el plan, pero el Comité de Planificación y Construcción Local explicó que tomaría más tiempo porque el impacto ambiental de la obra aún no está completo.
Ante esa situación, detalló la fuente, Shaked busca avanzar lo máximo posible con la iniciativa para dejarla en manos del próximo gobierno, del también derechista Benjamin Netanyahu, cuya alianza conservadora ganó los recientes comicios.
En su anterior mandato, Netanyahu se vio obligado a paralizar la idea por las duras críticas de la comunidad internacional, que considera a la zona oriental de la urbe como capital del futuro estado palestino.
Recientemente la ONG israelí Paz Ahora rechazó la propuesta de construir una nueva colonia en el antiguo aeropuerto, en una zona ubicada entre las localidades palestinas de Kfar Aqab, Qalandia y A Ram.
Este es un plan muy peligroso porque daría un golpe mortal a la solución de dos estados ya que está proyectado en el corazón de la continuidad territorial urbana palestina, subrayó.
Según diversas fuentes, unos 200 mil colonos israelíes viven en la zona ocupada de Jerusalén y otros 490 mil en el resto de Cisjordania.
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