En su día, la APG consideró que hay pocos motivos para celebrar este 30 de noviembre; sin embargo, envió un saludo «a quienes continúan firmes en su compromiso de informar sobre temas trascendentales que amenazan el Estado de Derecho, como son el abuso del poder público y económico y actos de corrupción en el sector estatal».
Asimismo, violaciones a los derechos humanos, actos de persecución política y el incumplimiento de deberes por parte de empleados públicos y funcionarios en diversas instituciones.
Por desgracia, puntualizaron en un comunicado, esta importante conmemoración se encuentra opacada por la censura, el acoso y la criminalización que sectores gubernamentales y el sistema de justicia mantienen en contra de periodistas críticos y de investigación.
Ellos, afirmaron, provocan escozor a funcionarios corruptos e incomodan los intereses de autoridades dentro del Poder Ejecutivo, el Congreso de la República y el Organismo Judicial, entre otras.
Solo este año, el Observatorio de los Periodistas de la APG contabiliza más de 100 acciones de censura y limitaciones a la labor de la prensa, y suman más de 375 las agresiones en contra del gremio durante la administración de Alejandro Giammattei.
A la par, crecieron las acciones dentro del Estado para violar su derecho de acceso a la justicia y perseguirlos penalmente como los casos de violencia policial en Alta Verapaz, Escuintla, Izabal y Guatemala, relacionados con las manifestaciones del 21 y 28 de noviembre de 2020.
El acoso del Estado y la cacería de la Fiscal General María Consuelo Porras, provocaron el exilio al menos de dos periodistas, Juan Luis Font y Michelle Mendoza, puntualizó la APG, que condenó, además, la censura judicial dictada por tribunales y salas de femicidio en contra de distintos comunicadores.
En el Día nacional del Periodista, la asociación reiteró su compromiso con el gremio y la ciudadanía a favor de la verdad, la libertad de expresión y de manifestación.
En ese sentido, un grupo de profesionales llegaron hoy hasta Casa Presidencial, en el Centro Histórico, para ratificar que «Sin periodismo no hay democracia».
Asimismo, coincidieron en que «No nos callarán», pese a la censura actual.
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