Según la página oficial del Tribunal Superior Electoral (TSE), si la falta no está justificada, el ciudadano tendrá que pagar una multa y estará sujeto a una serie de restricciones.
Los electores ausentes solo en la segunda ronda del 30 de octubre pueden argumentar la no asistencia hasta el 9 de enero.
En el caso de las personas que estaban de viaje en el extranjero durante el referendo tienen 30 días después de la fecha de regreso a Brasil para hacer el procedimiento.
Quien no haya estado presente en ninguno de los pleitos debe realizar dos justificaciones. De acuerdo con el TSE, cualquier imposibilidad de ejercer el voto puede ser alegado, pues no hay una lista de situaciones previstas en la legislación que pueden ser invocadas como justificación para la abstención.
Por lo anterior cada caso será juzgado individualmente por la zona electoral en la que está inscrito el votante, quien debe decidir si acepta o no el pretexto.
El elector que no votó, ni justificó, tendrá que pagar una multa por turno perdido.
Sin la prueba de que votó, argumentó o sufragó la multa, el concurrente queda sujeto a una serie de impedimentos como obtener pasaporte o tarjeta de identidad, inscribirse en concurso para cargo o función pública, entre otros.
De presentar la justificación y ésta no es aceptada, se aplicará el mismo procedimiento de penalidad.
Como aspirante al poder por el Partido de los Trabajadores, el presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva derrotó en el primer turno, con un 48,4 por ciento de los votos, al mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, quien recibió un 43,2 como abanderado del Partido Liberal.
Ninguno de los candidatos logró en esa disputa la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece la legislación brasileña para ser electo.
En la segunda vuelta de plebiscito, el líder petista también venció a Bolsonaro, quien codiciaba reelegirse.
De esta manera, el hijo de la clase obrera retorna 12 años después a la principal silla del Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo.
Por sexta ocasión contendió unas votaciones. Lo hizo en 1989, 1994 y 1998, y solo ganó en 2002, 2006 y ahora en 2022. Lula asumirá el poder el 1 de enero.
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