Hablaremos con los demás, aseguró este jueves Andy Prendergast, secretario general del GMB, una central sindical que agrupa a casi más de 600 mil trabajadores de diversas ramas, entre ellas los choferes de ambulancias y paramédicos.
La víspera, más de 10 mil “ambulancieros” votaron por sumarse al paro anunciado por más de 100 mil enfermeros para los días previos a la Navidad.
Los trabajadores de la salud trabajan muy duro, y en la mayoría de los casos, por salarios por los que mucha gente ni siquiera se levantaría de la cama, afirmó Prendergast, en declaraciones a la cadena Sky News.
Cuestionado sobre el peligro que la huelga representaría para la seguridad de los pacientes, el sindicalista afirmó que desde hace tiempo no existen tales garantías, debido al éxodo masivo del personal en busca de mejores salarios en otros sectores.
Los enfermeros exigen un incremento de sueldo del 19 por ciento que les permita enfrentar la crisis del costo de la vida, pero el primer ministro conservador, Rishi Sunak, advirtió la víspera que esa demanda es irracional e incosteable en estos momentos.
A las amenazas de huelga en el sector de la salud habría que sumar a profesores universitarios, empleados de correos y del metro de Londres, conductores de trenes y bomberos, quienes también presionan por mejores condiciones laborales y salarios acordes a una inflación que en octubre pasado superó el 11 por ciento.
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