A través de declaraciones de varios de sus líderes, la fuerza chiita insistió en la necesidad del consenso político y responsabilizó a la administración estadounidense de trabajar para crear caos en el país y provocar conflicto interno.
El vicesecretario general de Hizbulah, Naim Qassem, expresó que la prioridad hoy es elegir al próximo jefe de Estado, capaz de respaldar un plan de rescate de la economía nacional, sin servir a Israel ni a Estados Unidos.
A lograr un nivel mínimo de entendimiento convocó el jeque Qassim Al-Ahad al insistir a los diputados y bloques parlamentarios a estar de acuerdo entre sí, a fin de nombrar al mandatario libanés, divulgó el canal local Al Manar.
En este sentido, Sheikh Qassem puntualizó que Estados Unidos constituye la base para destruir al Líbano, mediante sanciones y la injerencia permanente en los asuntos internos, además de impedir la ayuda de naciones como Rusia, China e Irán e imponer políticas y posiciones al servicio del proyecto estdounidense y de Tel Aviv.
Por su parte,Ibrahim al-Moussawi, miembro del bloque Baalbek-Hermel, dijo que ningún partido en el Parlamento tiene un número suficiente de votos para elegir un presidente y pidió avanzar hacia el diálogo y el consenso en pos de salvar a la nación del caos actual.
Ningún candidato recibió la mayoría de 65 votos en ocho sesiones legislativas y el vacío de poder camina en la dirección de prolongarse hasta inicios del año próximo, alertaron analistas.
Crisis política, fragmentación del Parlamento y un gobierno interino complejizan la designación del presidente de la República Libanesa, en el contexto del agravamiento de las condiciones de vida de los ciudadanos.
mgt/yma