Lula, de 77 años, estuvo «en el hospital Sirio Libanés para la realización de una laringoscopia previamente agendada», indica el boletín.
Precisa que «el examen se mostró dentro de la normalidad».
El 21 de noviembre, el fundador del Partido de los Trabajadores recibió el alta médica tras ser intervenido para retirarle una lesión en la laringe detectada en pruebas clínicas.
Permaneció internado al regresar de viaje y enfrentó «una laringoplastica para la retirada de una lecoplasia (lesión blanca) en la cuerda vocal izquierda», indicó en aquel momento un comunicado del centro sanitario Sirio Libanés.
El gobernante electo pasó por pruebas médicas poco después de regresar de viaje de Europa, donde se reunió con el presidente Marcelo Rebelo de Sousa y el primer ministro de Portugal, Antonio Costa.
Antes de ir a tierras lusas, el exsindicalista estuvo en Egipto, donde participó y discursó en varias ocasiones en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27).
Desde la campaña electoral, rumores sobre la salud del líder petista circulaban a causa de su voz cada vez más desgastada en alocuciones, entrevistas y debates.
En 2011, el extornero mecánico fue diagnosticado con cáncer de laringe, pero se recuperó al siguiente año luego de tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
Lula derrotó en la segunda vuelta de elecciones del 30 de octubre al mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, quien adoptó desde ese fracaso la reclusión y el silencio.
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