En un comunicado divulgado este lunes, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dijo que ese monto es para apoyar programas esenciales dirigidos a más de 173 millones de personas —incluidos 110 millones de niños— en 155 países, impactados por las crisis humanitarias, la pandemia de la Covid-19 y por fenómenos meteorológicos extremos.
Es fundamental que contemos con el apoyo adecuado para llegar a los niños mediante una acción humanitaria decisiva y oportuna, destacó la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
“En todo el mundo, estos niños y niñas se enfrentan a una combinación mortal de crisis que van desde conflictos y desplazamientos hasta brotes de enfermedades infecciosas y un aumento de las tasas de malnutrición. Además, el cambio climático está agravando estas crisis y desencadenando otras nuevas”, remarcó.
El documento destaca que este año aumentó el número de personas necesitadas de asistencia y protección humanitaria, en gran parte debido a la guerra en Ucrania, la inseguridad alimentaria, las devastadoras inundaciones en Pakistán, los efectos persistentes de la Covid-19 y la inestabilidad económica mundial.
El cambio climático también empeora la escala e intensidad de las situaciones de emergencia, en tanto los últimos 10 años fueron los más calurosos de la historia y la cifra de desastres relacionados con el clima se triplicó en las recientes tres décadas.
Además, una gran cantidad de niños están cruzando las fronteras y la Unicef cuantifica en casi 37 millones los desplazados debido a crisis recurrentes, una cifra que no se producía desde la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo con el organismo, los cinco principales llamamientos por necesidades de financiación para 2023 son para Afganistán, Ucrania y la respuesta a los emigrados, la crisis de los refugiados sirios, así como para la República Democrática del Congo y Etiopía.
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