El nuevo incidente se produjo esta vez en la escuela República del Perú, también en la capital puertorriqueña, luego de que una maestra ayudara al alumno de 12 años de edad a acomodar su mochila y descubrió una pistola cargada.
El capitán Ricardo Haddock, director del Cuerpo de Investigaciones Criminales de la Policía, reveló que el menor tomó el arma de fuego del cuarto de su padre y la colocó en su mochila.
El progenitor Miguel Burgos Bonilla, de 40 años, admitió a las autoridades policiales que la pistola calibre .45 le pertenecía y que la había adquirido en el mercado negro, por lo que el caso sería consultado con la Fiscalía.
Mientras en el incidente que el lunes involucró a las escuelas secundarias Juan José Osuna y University Gardens, las autoridades obtuvieron una admisión parcial del alumno que sugirió en mensajes por WhatsApp tirotear en ambos lugares, al alegar que había sido víctima de bullying.
El teniente José Cruz reveló a los periodistas que que al principio tuvieron dificultades en dar con el alumno, pero que lo lograron después de verificar varias direcciones.
A la madre de uno de los dos estudiantes, que fueron descritos como sin perfil de violentos ni problemáticos, debió entregar las armas que tenía con licencia.
Mientras, otro hecho de similar naturaleza se produjo en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, donde una estudiante mandó mensajes en la mañana de este martes por WhatsApp advirtiendo de la inminente explosión de uno de los edificios.
El rector Agustín Rullán Toro indicó en comunicación escrita a la comunidad universitaria que “en una cuenta de Twitter” una persona amenazó con detonar un artefacto en el edificio Chardón, por lo que el personal y los estudiantes fueron desalojados.
La alumna, que usaba un nombre ficticio, fue localizada y, tras ser descubierta, sufrió un ataque de pánico.
Después de una minuciosa revisión por la Policía con perros adiestrados, se determinó que no había peligro.
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