Según una encuesta de la empresa Ipsos realizada por The Chicago Council on Global Affairs, el porcentaje de quienes afirman que Estados Unidos debería instar a Kiev a llegar a un pacto, en parte para que disminuyan los costes para los hogares norteamericanos, aumentó con respecto al 38 por ciento registrado en julio pasado.
Una proporción similar (48 por ciento) afirmó en el reciente sondeo que la Casa Blanca “debería apoyar a Ucrania todo el tiempo que haga falta”, porcentaje que disminuyó 10 puntos desde el rastreo del verano, indicó el diario The Hill.
Sin embargo, dos tercios de los encuestados respaldó el suministro de armas y la ayuda económica al país europeo, en tanto tres cuartas partes apoyó la aceptación de refugiados ucranianos y las sanciones a Rusia.
En la pasada semana medios de prensa aquí informaron que el Gobierno de Joe Biden revisa la posibilidad de expandir el entrenamiento del Ejército de Estados Unidos a fuerzas ucranianas, lo cual incluiría la instrucción de hasta dos mil 500 soldados por mes en una base norteamericana en Alemania.
Desde el comienzo de la operación militar especial rusa en el este de Ucrania, en febrero de este año, Washington aprobó paquetes de ayuda y asistencia para ese país, con sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad incluidos.
Según Biden Estados Unidos entregó una cantidad sin precedentes de equipos militares letales y lo continuará haciendo, a pesar de las alertas de medios de prensa de que apenas el 30 por ciento de esos envíos llega a su destino.
Además, la Casa Blanca anunció sanciones dirigidas a funcionarios, militares y sus familiares de Rusia.
Para Moscú, la decisión de Washington de armar a Ucrania alienta las tensiones y convierte a los supuestos aliados en cómplices de crímenes de guerra.
De acuerdo con el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior del Kremlin, Serguéi Narishkin, el país norteño busca por todos los medios mantener el conflicto, pese a las grandes pérdidas de las Fuerzas Armadas ucranianas y la depauperación de la economía de las naciones europeas, afectadas por la crisis energética.
“Para conservar su propia hegemonía, Estados Unidos aviva tensiones en varios puntos del planeta”, afirmó el funcionario, y señaló que los norteamericanos y sus aliados manipularon los vicios de enemistad creados en Ucrania y utilizaron ese territorio como plataforma contra Rusia.
Hace pocos días el portavoz presidencial Dmitri Peskov dijo que Moscú está dispuesto a negociar con Estados Unidos, pero sin que le impongan la condición de cesar la operación militar especial en Ucrania.
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