Participarán de nuevo el anfitrión Luis Lacalle Pou, el paraguayo Mario Abdo y el argentino Alberto Fernández, quien recibirá el mando de la asociación, una responsabilidad que aún comparte en otra dimensión mayor: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac).
Ese mandato lo entregará el año próximo a Brasil, no a Bolsonaro, sino al presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los fundadores de la Celac.
Brasil estará representado en esta cumbre, al igual que la anterior, por el vicepresidente Hamilton Mourao.
La cita montevideana está marcada por el disenso del país anfitrión con sus socios por la decisión formalizada de solicitar la adhesión al Tratado Transpacífico, que reúne a 11 estados en una relación de libre comercio.
Los actuales gobernantes de Brasil, Argentina y Paraguay consideran que ello rompe con reglas del tratado fundacional del grupo, en particular por las dimensiones comerciales y arancelarias comprometidas con otras partes allende las fronteras del Mercosur.
El tema salió al ruedo la víspera en el encuentro previo de cancilleres y titulares de Economía, en el que el ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Francisco Bustillo, remarcó la lentitud del bloque en conseguir ampliar acuerdos a nivel internacional.
Bustillo, en el discurso inaugural del encuentro, defendió el derecho a conseguir oportunidades unilaterales.
Fue un momento de cruce de posturas en el que su homólogo argentino, Santiago Cafiero, consideró que “se emprende un camino unilateral que podría desembocar en una ruptura”.
Resulta una ruta que el gobierno de Lacalle Pou adelantó por cuenta propia.
En el expediente están las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con China y un memorando de entendimiento conseguido con similares propósitos con Türkye.
Esta apertura es asunto también de disenso al interno de Uruguay, tanto entre referentes académicos y políticos.
Al respecto el presidente del Frente Amplio, la coalición opositora, Fernando Pereira, señaló que su país tiene que cuidar ante todo la fortaleza de Mercosur, adonde va la mayor parte de las exportaciones nacionales.
Pero otros aquí consideran que el más pequeño de los socios del bloque, en términos poblacionales, debe atenuar sus diferencias en la asociación y a la vez abrirse camino en el mercado mundial.
No serán los únicos temas que se esperan para hoy.
A la par trabajaron los titulares o representantes de Economía del grupo, y también lo hicieron los legisladores del Parlasur, que desde hoy queda en manos de Uruguay.
lam/ool