Como parte de la sesión inaugural de la XV Reunión de la Conferencia sobre Diversidad Biológica de la ONU (conocida como COP15), a realizarse hasta el 19 de este mes en la ciudad canadiense de Montreal, el titular remarcará la importancia de establecer políticas amigables con la naturaleza.
Según un comunicado del organismo multilateral, también el diplomático advertirá que, de continuar el apetito por un crecimiento económico descontrolado y desigual, la humanidad corre el riesgo de sufrir una extinción masiva.
Asimismo, reiterará su pedido a los estados industrializados para que brinden apoyo financiero a los países en desarrollo, muchos de los cuales custodian la riqueza natural del mundo.
Al intervenir la víspera en una conferencia previa a la cumbre COP15, Guterres mencionó algunos ejemplos de catástrofes actuales, que van desde la deforestación y la desertificación, al envenenamiento del medioambiente por químicos y pesticidas.
La acción del hombre degrada la tierra y hace más difícil alimentar a la creciente población mundial, afirmó el titular, y enfatizó en el daño a los océanos, la destrucción de los arrecifes de coral y otros ecosistemas marinos que sustentan la vida.
El secretario general acusó a las corporaciones multinacionales de llenar sus cuentas bancarias, mientras vacían al mundo de sus dones naturales.
“Dejando a un lado los sueños ilusos de los multimillonarios, no existe el planeta B”, aseguró.
Guterres describió además a la humanidad como “un arma de extinción masiva que trata a la naturaleza como un retrete y va camino del suicidio”.
Como parte de su estancia en Canadá, el titular de la ONU programó una reunión con el primer ministro de este país norteño, Justin Trudeau, con el presidente de la COP15, el titular chino Huang Runqiu, y representantes de la sociedad civil.
La Conferencia, anunciada como una de las de mayor importancia porque prevé la adopción de un Marco Global de Biodiversidad, guiará las acciones en todo el mundo hasta 2030.
Los delegados y organizadores esperan que esta cumbre tenga un impacto más duradero que su edición de 2010, cuando los gobiernos acordaron metas consideradas muy ambiciosas para el 2020, como la reducción a la mitad de la pérdida del hábitat natural y la implementación de planes para el consumo y producción sostenibles.
Sin embargo, un informe de la ONU publicado en 2020 mostró que no fue cumplido por completo ni un solo objetivo, y que un millón de especies de plantas y animales ahora están en peligro de extinción.
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