A propósito de la inauguración en Montreal, Canadá, de la Conferencia de la ONU sobre la Biodiversidad (COP 15), la organización especializada en temas de educación, ciencia y cultura precisó en un comunicado que realiza una “instantánea mundial” para comprender mejor el impacto del cambio climático en los ecosistemas marinos y perfilar los esfuerzos de conservación.
Recopilar más pruebas y compartir ese conocimiento de forma rápida y abierta nunca ha sido tan importante para abordar la crisis existencial a la que se enfrenta la humanidad con la alteración del clima, advirtió la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, en alusión al estudio.
Según Azoulay, de cara al desafío que representa el análisis, el ente multilateral moviliza su amplia red de asociados en los sitios marinos naturales bajo protección.
Los trabajos comenzaron en septiembre en 25 sitios marinos del Patrimonio Mundial para una fase piloto, muestreo ya desarrollado en zonas de Alemania, Australia, Brasil, Costa Rica, Dinamarca y Países Bajos, el cual continuará en los próximos meses en Bangladesh, Belice, Estados Unidos, Francia, Mauritania, México, Panamá, Sudán y Yemen, entre otros países.
El aumento de las temperaturas en los océanos por el cambio climático amenaza a las especies protegidas y las obliga a buscar áreas más frías, de ahí la necesidad de evaluar el actual escenario y de proyectar el futuro.
Las técnicas con el ADN son clave en el estudio, por su alcance, efectividad y carácter no invasivo.
“Una vez recogidas, las muestras son analizadas en el laboratorio por científicos, basándose en una metodología común establecida por la Unesco bajo la supervisión de un consejo asesor de expertos de alto nivel”, subrayó la organización.
Asimismo, valoró que como parte de la Ciencia Abierta, todos los resultados obtenidos serán compartidos con el público a través del Sistema de Información sobre Biodiversidad Oceánica (OBIS).
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