La reunión estuvo marcada por el disenso, en particular entre los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou; y de Argentina, Alberto Fernández, quien asumió la presidencia pro témpore de la asociación por el próximo semestre.
El intercambio de criterios encontrados tuvo como centro la decisión uruguaya de irse por su cuenta en negociaciones comerciales con el Tratado Transpacífico, Çhina y Türkiye.
Lacalle Pou defendió lo que calificó de derecho de avanzar unilateralmente en la apertura económica y Fernández le instó a respetar las reglas del Mercodo Común del Sur.
Pese al apretón de manos final, el disenso quedó marcado por la renuencia del uruguayo a firmar la tradicional declaración conjunta que si signaron el argentino, el presidente paraguayo, Mario Abdo; y el vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao.
Las cancillerías de esos tres países emitieron una declaración propia, mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay divulgó hoy la suya, que es prácticamente idéntica, aunque con importantes salvedades.
La uruguaya destacó las restricciones que «contribuyen a profundizar las asimetrías en perjuicio de las economías de menor dimensión».
También resaltó la propuesta de perfeccionar la zona libre de comercio, mientras subrayó que el Arancel Externo Común deja en evidencia que el Mercosur no ha avanzado hacia una unión aduanera.
El apartado con mayores diferencias es el de “Negociaciones externas”, un asunto en el que los gobernantes de Uruguay y Argentina dejaron en claro estar en desacuerdo.
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