Los métodos tradicionales ya no son suficientes para financiar los esfuerzos de recuperación después de un huracán u otros fenómenos naturales, aseveró la jefa de Gobierno.
No hay una cantidad de dinero del seguro, de ayuda que pueda suplir las necesidades de un país en esta, subrayó al intervenir en la 12 Conferencia Caribeña sobre Gestión Integral de Desastres, previsto aquí hasta mañana viernes.
Es por eso que Barbados siguió el ejemplo de Granada, aunque el nuestro es de mucha mayor escala, con la introducción de nuestras cláusulas de desastres naturales y recientemente con nuestros bonos azules, comentó Mottley.
La secretaria general de la Comunicad del Caribe, Carla Barnett, identificó el fortalecimiento de los sistemas de alerta temprana y la inversión en infraestructura pública resiliente entre las medidas que se deben tomar en la respuesta a la crisis climática de la región.
Llamó a desarrollar de capacidades en la ciencia del clima autóctona para modelos del área precisos, pronósticos y atribución de impactos; así como mejorar la relación con la naturaleza.
Incluyó la integración de la gestión de riesgos en la proyección e implementación en la economía y la sociedad; y la participación significativa de los jóvenes en todos los niveles de la planificación de la resiliencia.
La secretaria general advirtió sobre los impactos “asombrosos y perjudiciales” de los desastres naturales relacionados con el clima en el Caribe.
Señaló los 40 ciclones tropicales, 12 de los cuales alcanzaron la fuerza de huracán, y ocho fueron clasificados como mayores por las pérdidas de vidas y propiedades y daños a la infraestructura.
Seis estados del Caribe, dijo, están entre los “10 países más propensos a desastres del mundo y todos entre los 50 primeros”.
La conferencia resulta el principal evento de la Agencia Caribeña de Manejo de Emergencias por Desastres y deviene el encuentro de profesionales más grande del Caribe en ese campo.
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