Según la revista Gut, entre las dolencias están la enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa, pero cambiar ciertos hábitos puede ser una opción factible para disminuir el riesgo de desarrollar estas afecciones.
Los científicos incluyen entre los factores de riesgo el peso corporal, el tabaquismo, el uso de antiinflamatorios no esteroideos y la no actividad física.
“Aunque esto aún no se ha establecido, varias líneas de evidencia apoyan el papel crítico de los factores ambientales y de estilo de vida en el desarrollo de las enfermedades de inflación intestinal”, subraya la publicación.
La modificación del estilo de vida puede ser un objetivo atractivo para futuras estrategias de prevención, y puede ser especialmente relevante para los grupos de alto riesgo, como los familiares de primer grado de los pacientes con esas dolencias, alertaron los científicos.
mem/joe