“El trabajo en equipo tuvo resultados. Demostramos que la unión hace la fuerza, falta un escalón más, ¡Vamos Argentina!, escribió el diplomático en su cuenta de Facebook en relación con el pase a la final de la escuadra liderada por Lionel Messi.
Arropado con la camiseta blanquiazul del número 10 en la espalda y el apellido del héroe del desafío, como la mayoría de los cerca de 400 personas congregadas frente una pantalla gigante en el patio de la mansión y otra en un salón contiguo, Basteiro se mantuvo todo el tiempo al frente de la barra que celebró cada buena jugada de los integrantes de la “scalonetta”.
“Gracias a los embajadores, autoridades nacionales, representantes deportivos, comunidad argentina y bolivianos que nos estuvieron acompañando a lo largo de este mundial”, expresó en la red social.
A ellos este martes se unieron venezolanos, dominicanos, nicaragüenses, cubanos, representantes de Palestina e Italia, niños, mujeres y hombres de diversas edades, quienes en su mayoría vestían la casaca del 10.
Identificados con las paradas del guardameta Emiliano “Dibu” Martínez, el doblete del joven Julián Álvarez o el gol, las escapadas y la magia de Messi en la tercera anotación argentina, todos se fundían al unísono en los cánticos y la ovación a cada protagonista de una buena acción.
“Olé, olé, olé/ cada día te quiero más/ ¡soy Argentina!, expresaba uno de los animadores, y el coro multinacional entonaba el nombre de la tierra natal del divino Diego Armando Maradona.
La multitud llegó al paroxismo tras las gambetas de Messi antes de sorprender con la asistencia que originó el tercer gol del partido ante una Croacia que poco pudo hacer.
Y entonces alguien, quizás al recordar el mejor gol del siglo XX y “la mano de dios”, obligó a todos a entrar en movimiento con otro cántico: “italoé, italoé/el que no salta es inglés/, y tras varios minutos de saltos, la evocación al heredero del ídolo fallecido: ¡Messi!, ¡Messi…!
Al final entre abrazos, banderas enarboladas y lágrimas por la ilusión agigantada de un triunfo en el último partido y el acceso a la codiciada copa, se escuchaban convocatorias para el reencuentro el próximo el domingo entre amistades recién nacidas por el milagro del fútbol.
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