El jueves y el viernes últimos, con 68 votos de una parte del mayoritario Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos, y de la oposición, fue rechazado el proyecto de Ley 006/2022-2023 de PGE en su denominada estación en grande.
Al comentar este resultado, el ministro de Economía Marcelo Montenegro expresó que “no quisiera pensar que haya una suerte de ganas de frenar el Modelo Económico Social Comunitario y me niego a pensar que sea así, y la mejor muestra es que los parlamentarios puedan buscar la manera de aprobar el presupuesto del 2023”, sostuvo respecto al debate que se reinicia este martes.
Juan José Jáuregui, diputado del MAS-IPSP, por su parte, aseguró que el análisis inicial sobre el proyecto estuvo “cimentado sobre posiciones políticas” y espera un “cambio de criterio” de quienes no lo respaldaron, porque es reflejo de un modelo aplicado desde 2006.
Al explicar el voto en contra de los diputados cochabambinos del MAS-IPSP, el legislador Héctor Arce dijo a la cadena Uno que tienen dudas sobre el presupuesto para algunos proyectos que fueron retirados como es el caso del Complejo Farmacéutico en ese departamento.
Subrayó que para esa obra estaban presupuestados 111 millones de dólares y ahora ya no dice de manera específica que se hará en Cochabamba, sino en Bolivia, concluyó Arce.
Sobre este tema, el semanario de análisis político La Época opinó que “una facción conservadora del MAS se ha propuesto, en una línea política hasta ahora bastante peligrosa, impedir la aprobación del Presupuesto General del Estado”.
Indicó la publicación que el único argumento planteado hasta el momento es que “la instalación de un complejo farmacéutico no dice que será en el Chapare, y con esa posición tratan de afectar la gestión del presidente Luis Arce”.
Añade el semanario que la gestión del mandatario se basa, principalmente, en la aplicación de un modelo económico que ha permitido el crecimiento con justicia social desde enero de 2006, cuando los movimientos sociales asumieron el gobierno a través de Evo Morales.
Indica que el voto negativo de la semana pasada pondrá en riesgo el acceso a otras fuentes de financiamiento externas necesarias para llevar adelante “cierto tipo de programas económicos y sociales en beneficio de la población en general, y de los más humildes en particular”.
El periódico concluye que ese tipo de posición en el debate “actuará como arma de doble filo contra los propios autores intelectuales y materiales de esta línea irresponsable de hacer política”.
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