Durante el último año fiscal se reportaron más de mil 900 hechos de violencia como asaltos, robos, golpes a automóviles con pesas de pesca y disparos de piedras con hondas caseras, según ABC News.
El funcionario local Eddie Smith aseguró al medio de prensa que las causas de la situación están relacionadas con el cierre de programas juveniles de reinserción social y contra el alcoholismo.
Además, el parlamentario de North West Central, Merome Beard, afirmó que los poco más cinco mil habitantes de Carnarvon están exhaustos financiera y mentalmente por el nivel de inseguridad generado en toda la ciudad.
Varias personas han resultado gravemente heridas y existe el peligro de que una tragedia sea inminente por los robos e invasiones de viviendas o el uso de las hondas caseras, apuntó.
De acuerdo con cifras policiales, los delitos en general aumentaron casi un 10 por ciento en comparación con el periodo de 2019-20, y los robos en moradas y negocios subieron un 35 por ciento con respecto a similar etapa.
También se detectó un incremento en casi un 50 por ciento del hurto de vehículos y hubo más de 152 denuncias de agresiones a transeúntes en el presente periodo.
Según datos oficiales más de 500 personas abandonaron la ciudad en el último año debido a la situación, sobre la cual los parlamentarios estatales consideraron como una escalada de la violencia.
No obstante, el ministro de Policía, Paul Papalia, desestimó la preocupaciones de los políticos con el argumento de un supuesto control de los agentes de orden en Carnarvon.
En respuesta, Smith señaló que los cuerpos de seguridad en la ciudad necesitaban ayuda y exigió a gobiernos estatales y federales asumir más responsabilidad por los problemas de delincuencia juvenil en Carnarvon y otras ciudades australianas regionales.
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