La entidad señaló que las acciones de alivio, implementadas desde marzo para contener la inflación, tuvieron un costo de 513.8 millones de dólares, equivalente al 1.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) salvadoreño.
El banco advirtió que el alza de los precios se mantiene como un potencial riesgo de aumentar la inseguridad alimentaria que ya sufre la mitad de la población.
Un sondeo divulgado la víspera aseguró que el 75.1 por ciento de los preguntados siente que se incrementó el costo de la vida y hasta un 88.9 por ciento valora la subida del precio de la canasta básica como un gran problema.
Esa percepción es reafirmada por datos del BID al asegurar que para más del 35 por ciento de la población salvadoreña la principal preocupación es el alto costo de los productos básicos.
En Centroamérica, México, República Dominicana y Haití, según el informe el BID, la pandemia dejó a 62 millones de personas en carencias para conseguir sus alimentos, por lo que el encarecimiento del costo de la vida viene a poner presión en las frágiles finanzas familiares.
El informeo precisó que en el caso de El Salvador existen indicios de un deterioro, principalmente vinculado al alza generalizada en el precio de los alimentos durante 2021-2022.
Así con los alimentos se duplicó la inflación hasta un 14.5 por ciento cuando en general la cifra en su proyección interanual fue de 7.7 por ciento. Ahora, unos 3.3 millones de personas están en riesgo de no conseguir sus alimentos y ya un alto por número eliminó de sus hábitos una de las comidas del día.
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