Los muertos perecieron cuando su vivienda se desplomó bajo el peso de las aguas, al igual que una mole de fango y rocas que se precipitó en el distrito de Mont Nagafula sobre la carretera 1, vital para el abastecimiento de esta capital ahora bloqueada.
Según pronósticos, las precipitaciones continuarán azotando esta capital carente de una red de alcantarillados capaz de evacuar las aguas, donde residen unos 15 millones de personas en su mayoría en viviendas precarias.
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