En total, la partida presupuestaria asciende a poco más de 11 mil 565 millones de dólares, que serán distribuidos en lo fundamental en Salud y Seguridad Social (23 por ciento), Educación (20 por ciento), Seguridad Interna (15 por ciento), Desarrollo Social (seis por ciento) e Infraestructura Productiva (cuatro por ciento), y otros.
Como dijo en la presentación del proyecto de ley ante la Asamblea Nacional (parlamento) la vicepresidente ejecutiva, Delcy Rodríguez, la mayoría de los fondos estarán destinados a la recuperación de capacidades en la atención a la población y fortalecer la producción, procura y distribución de alimentos.
También al fortalecimiento de la Gran Misión Vivienda Venezuela, que este año alcanzó la cifra de cuatro millones 300 mil, de un plan de cinco millones, al sistema de educación pública, al sistema de salud y la seguridad social.
Un dato no numérico que dice hacia donde van encaminados los fondos, es que el presupuesto de 2023 está enmarcado en una nueva etapa de transición al socialismo, año que debe ser el de la consolidación de métodos de Gobierno cada vez más participativos, según Rodríguez.
La también ministra de Economía y Planificación explicó que la nueva ley fiscal debe servir como dinamizadora de la economía, a través de políticas de compras públicas para promover la producción nacional y garantizar mercados a la producción de los Consejos Comunales, a los emprendedores y otros actores.
El presidente de la Comisión Permanente de Economía, Finanzas y Desarrollo Nacional del parlamento, Jesús Faría, destacó que lo aprobado la víspera está en sintonía con el proyecto histórico de Simón Bolívar y constituye un instrumento absolutamente esencial para el desarrollo del país.
Faría subrayó que la partida presupuestal está subordinada a los grandes intereses del pueblo trabajador, responde a las grandes necesidades del país y a los desafíos que impiden el desarrollo y que nosotros estamos superando, acotó.
Comentó que en los últimos cinco años los ingresos petroleros disminuyeron considerablemente por el bloqueo y las sanciones unilaterales contra el país, y apuntó que en el 2022 solo ingresaron por ese concepto mil millones de dólares cuando antes las entradas ordinarias ascendían a 40 mil millones.
Al referirse a este estratégico recurso, que constituyó por más de un siglo la columna vertebral de la economía venezolana, Rodríguez informó que entre el 2015 y octubre último, el país perdió tres mil 995 millones de barriles de petróleo, el equivalente a 232 mil millones de la moneda estadounidense.
A estas pérdidas habría que sumar, además, el bloqueo económico y las 927 medidas coercitivas unilaterales aplicadas al país en los últimos años y aún vigentes, que redundaron en la depauperación de la economía nacional y sus consecuencias en el ámbito social.
Por eso, como explicó la vicemandataria, estamos ante un presupuesto enmarcado en una economía bloqueada, pero direccionado con la inversión social, a enfrentar las desigualdades y heridas sociales provocadas por las medidas punitivas.
Falta mucho aún por hacer y avanzar, como reconoce el presidente Nicolás Maduro, pero ya hay atisbos económicos que vislumbran perspectivas halagüeñas como el hecho de crecer por cuatro trimestres consecutivos en dos dígitos en el 2022 y el ingreso en divisas superar los cuatro mil millones de dólares.
jha/jcd