En ese territorio insular ecuatoriano, investigadores encontraron en los alrededores de la isla Isabela un conjunto de ejemplares de menos de un año de tiburones martillo, especie en peligro de extinción.
Es un hallazgo importante, pues este sitio representa una nueva “guardería” para crías de esta especie, manifestó en Twitter la dirección del Parque Nacional Galápagos.
Paralelamente, la Fundación Charles Darwin (FCD) divulgó el descubrimiento de un bosque de algas tipo quelpo en la cumbre de una montaña submarina en el sur del archipiélago.
Ese tipo de algas habitualmente vive en aguas frías, en regiones templadas o polares, así como en zonas costeras poco profundas por su necesidad permanente de luz; sin embargo, las de Galápagos están en una región tropical a más de 50 metros de profundidad.
Según explicaron, los quelpos pueden alcanzar tamaños muy grandes y cuando se juntan pueden formar bosques marinos semejantes a arrecifes de coral o manglares y “son muy importantes para el mantenimiento de la biodiversidad marina, ya que ofrecen protección y alimento a otras especies”.
Las Galápagos, conformadas por 13 grandes islas y más de 40 pequeños islotes, fueron declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad por su rica biodiversidad, pues allí habitan alrededor de siete mil especies, muchas de ellas endémicas y nativas.
Ubicado unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador, ese territorio es considerado un laboratorio natural que permitió en el siglo XIX al científico inglés Charles Darwin probar su teoría sobre la evolución de las especies.
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