De acuerdo con el cronograma, 22 centrales estarán procesando caña al finalizar el mes, mientras que en enero se sumará el último, el Antonio Sánchez, situado a unos 350 kilómetros al sureste de la capital cubana, precisó además Pérez a Prensa Latina.
La cosecha de caña cuenta con un 94 por ciento de mecanización, mientras que el resto del corte estará a cargo de macheteros, agregó.
Dionis explicó entre las dificultades afrontadas, que el grueso de la materia prima para cosechar será caña de bajo rendimiento, así como la insuficiente disponibilidad de combustible y otros insumos, entre estos piezas de repuesto.
Aunque se trata de una zafra pequeña, esta no será fácil, pues los 23 centrales seleccionados tendrán que producir cada uno un volumen mayor de azúcar que el que lograron en la anterior campaña, acotó.
La producción de derivados se centrará en la de rones y aguardientes en las destilerías, a partir de la meladura producida en las fábricas azucareras.
También se prevé fabricar tableros de bagazo en la planta del central Antonio Guiteras, de la zona oriental, y rubros como siropes, sorbitol, entre otros.
En cuanto a la siembra de caña, el especialista consigno que han sido bajos los resultados en la marcha de esta labor, en gran medida por las dificultades en cuanto a la disponibilidad de los recursos necesarios.
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