La organización pidió un diálogo sincero entre los distintos sectores y previó la muerte de la economía nacional si el actual clima de inseguridad persiste.
Las mipymes que son el motor de la economía nunca experimentaron un entorno tan caótico en el que la violencia impide su funcionamiento, productividad y desarrollo, criticó la plataforma en un comunicado.
Además de la crisis denunciada por las grandes empresas de Haití, Fhpme recordó que los pequeños comerciantes también son víctimas de violencia, violaciones en grupo y actos de secuestros en las carreteras nacionales, a lo cual se añaden los enfrentamientos entre pandillas rivales por el control territorial.
Estas acciones desestabilizadoras ponen en riesgo una economía ya frágil por lo que urge adoptar medidas drásticas para frenarlas, señaló.
“El momento es grave, si no actuamos con rapidez, será difícil, si no imposible, evitar la aparición de un lamentable genocidio o crear un entorno macroeconómico propicio a la inversión y el crecimiento”, expresó la instancia que pidió la intervención estatal.
A su juicio, el Estado debe ejercer su función reguladora con el fin de mantener el orden y la seguridad pública, además de abogar por el diálogo y la cohesión entre los miembros de la clase política y la sociedad civil.
También pidió reforzar a la Policía y al Ejército, así como dotar a esas instituciones con los medios necesarios para neutralizar la acción de las bandas.
El auge de la violencia descapitalizó principalmente a los pequeños negocios, que nutren el entramado empresarial del país, mientras que el control de las pandillas de los principales accesos a la capital dejó a los campesinos sin un mercado de cerca de tres millones de personas.
Las autoridades se comprometieron con restablecer el clima de paz, no obstante, por el momento la inseguridad constituye un serio desafío.
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