El funcionario afirmó en un comunicado que esa acción viola el derecho internacional.
Aboul Gheit advirtió sobre las consecuencias de la estrategia de deportación de las autoridades de Tel Aviv.
Al Hammouri, quien también tiene ciudadanía francesa, fue devuelto el domingo en un vuelo al país europeo por la policía israelí, que lo acusó de ser un peligro para la seguridad nacional.
El activista trabaja para la ONG defensora de los derechos humanos Addameer, que fue calificada de terrorista por Israel, pese a la ola de críticas internacionales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados palestino denunció la deportación forzosa, que consideró un crimen de guerra y una violación de las normas del derecho internacional y humanitario.
Subrayó que las autoridades de Tel Aviv no tienen ninguna soberanía sobre las tierras palestinas, en especial Jerusalén Este.
Enfrentaremos todos los intentos israelíes de socavar la presencia de nuestros jerosolimitanos en la Ciudad Santa, así como sus planes para cambiar el estatus quo en la urbe, afirmó la Cancillería.
El Ministerio de Relaciones Exteriores galo también condenó la decisión de las autoridades israelíes al considerarla contraria a la ley.
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