Abu Hmaid fue martirizado como resultado de una mala práctica deliberada por parte de la administración penitenciaria de la ocupación, que impulsa una política de venganza contra los detenidos enfermos, denunció Benaissa en un comunicado.
Ante esa situación, llamó a la comunidad internacional y a las organizaciones defensoras de los derechos humanos a “condenar este crimen atroz y a responsabilizar a la ocupación por sus violaciones”.
Acusado de ejecutar varios ataques mortales en Israel, Abu Hmaid murió ayer tras luchar contra el cáncer durante más de un año, pese a lo cual las autoridades de Tel Aviv se negaron a liberarlo.
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, también responsabilizó también a ese país por la muerte de Abu Hamid como resultado de la política de negligencia médica deliberada que la administración penitenciaria aplica contra los presos.
En similar sentido se pronunció el primer ministro Muhammad Shtayyeh, quien, además, llamó a la Cruz Roja y a otras instituciones internacionales y de derechos humanos a intervenir para liberar a los presos enfermos.
Tras conocerse la noticia estallaron enfrentamientos en diversos puntos de la ocupada Cisjordania.
La Sociedad de Prisioneros Palestinos resaltó en un comunicado que unos 600 palestinos enfermos están encerrados en los centros penitenciarios israelíes, incluidos 24 que sufren de cáncer y tumores de varios grados.
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