En su conferencia de prensa matutina, esta vez desde Quintana Roo, el mandatario reiteró que el tema del golpe de Estado y la aceptación inmediata de Estados Unidos a la violación del orden constitucional en ese país lo planteará también en la denominada Cumbre del Norte, que se realizará en la capital mexicana del 9 al 11 de enero próximo.
López Obrador explicó que el primer punto será el destinado a consolidar el desarrollo económico, comercial y financiero en América del Norte y extenderlo a todos los países del continente, a fin de convertirla en una región integrada de esos sectores pues ya sabemos que funciona el Tratado de Libre Comercio (T-MEC) y que este se puede ampliar para buscar la sustitución de importaciones desde otros continentes.
De esa manera toda América va a ser la más importante del mundo, pero para ello será necesario que no continúe la tendencia hacia los desequilibrios económicos, como ahora, porque si esa desigualdad se mantiene se seguirá recurriendo al uso de la fuerza y sanciones. No se puede aspirar a hegemonías y luchar por la paz, expresó.
El segundo punto que enumeró fue el relacionado con el inicio de un programa de apoyo a los pobres de América Latina y el Caribe, pues hace más de medio siglo no lo hay cuando se aplicó la fracasada Alianza para el Progreso. Quiero plantear, aclaró, un plan para toda América también con el propósito de que la gente tenga trabajo y no necesite migrar.
Añadió que el tercero tiene el objetivo de rechazar y eliminar el injerencismo, que no sucedan más nunca hechos como este de Perú, en el que está involucrado Estados Unidos y su embajadora en Lima, quien ni siquiera guardó la forma diplomática para actuar de forma injerencista, señaló López Obrador.
Es decir, manifestó, nadie podrá quitar o poner gobiernos en América Latina y el Caribe y todos deben respetar la soberanía de los pueblos, caminar juntos, no vernos como adversarios o enemigos sino tratarnos como alados en cada país de América sin discriminación y en verdadero pie de igualdad.
La propuesta de México, agregó, pasa también por una renovación de la Organización de Estados Americanos, que ·es un instrumento al servicio de podres hegemónicos no de los pueblos, no busca diálogo ni la verdadera democracia, aunque hablan en nombre de ella pero hacen lo opuesto como se vio de nuevo ahora con Castillo, en Perú; como con Evo Morales, en Bolivia».
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