Las raptadas, identificadas como Lauren Tilly y Bailey Chittey, fueron sacadas a la fuerza de su alojamiento en Kumasi, la capital de Ashanti y obligadas por sus raptores a vagar por la selva hasta que fueron rescatadas una semana más tarde.
Los cuatro autores materiales del secuestro, tres nigerianos y un ghanés, fueron apresados por las fuerzas de seguridad y desde entonces guardan prisión a pesar de lo cual el tribunal los sentenció a la pena máxima.
Además de la acusación de secuestro, los encartados fueron inculpados de demandar un rescate de 800 mil dólares.
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