Todavía no existe una cifra oficial de las viviendas destruidas o dañadas por las llamas, pero el Ministerio de Desarrollo Social y Familia hizo un estimado preliminar de entre 270 y 300, si bien el número oficial se conocerá posiblemente el lunes por la noche.
El fuego comenzó al anochecer del jueves y se extendió con una gran rapidez debido a la prolongada sequía, el calor de los últimos días y los materiales muy inflamables utilizados para construir muchas casas en las laderas de las cañadas. Imágenes captadas esta mañana en los lugares siniestrados muestran objetos de metal totalmente fundidos por la elevada temperatura causada por el incendio, que pudo subir hasta los 700 grados centígrados.
El gobierno confirmó la cifra de dos fallecidos y 67 lesionados y se trabaja para determinar la cantidad exacta de afectados, varios de los cuales recibieron refugio en escuelas y un hotel.
Voluntarios trabajan esta mañana en distribuir agua, alimentos y ropa, pues en muchos casos la pérdida de los bienes fue total.
El ministro Desarrollo Social, Giorgio Jackson, afirmó que la prioridad es brindar toda la protección posible a niños, adolescentes, adultos mayores y personas en situación de incapacidad y a continuación se buscarán soluciones definitivas al tema de la vivienda.
La víspera el presidente Gabriel Boric recorrió la zona del siniestro y prometió que no se dejará abandonado a nadie.
rgh/car/eam