Como para demostrar su política de doble rasero en lo referido al tema, el equipo conservador instalado en la oficina de Downing Street 10 consideró que quienes arriban al sureste británico tras atravesar el canal de la Mancha deben ir a Ruanda.
El Ejecutivo preparó el terreno desde mediados de este año en la nación africana, con la instalación de oficinas de servicio migratorio y la promesa de ofrecer a ese país unos 126 millones de dólares poracoger a los indeseados en Reino Unido.
Defensores de los derechos humanos venla decisión de la Corte Suprema como “un día oscuro para los más vulnerables”, comentó The Morning Star.
Clare Moseley, dirigente de la agrupación Care4Calais, opina que este plan para nada pondrá fin al cruce de migrantes por el canal de la Mancha ni les brindará más seguridad a los refugiados.
De su lado, el alto comisionado para los Refugiados de la Organización de las Naciones Unidas advirtió que quienes sean deportados a territorio ruandés podrían ser redirigidos desde allí a sus países de origen, en un movimiento conocido como reflujo.
La Corte Suprema estimó que los primeros ocho casos, analizados desde junio pasado, deberán permanecer en Reino Unido hasta tanto el Ministerio del Interior verifique de forma individual la necesidad de deportarlos.
Organizaciones civiles citadas por el mencionado rotativo aseguran que, de cualquier manera, lo previsto por el Gobierno para el destino de los inmigrantes es totalmente amoral, reprochable e injusto.
Aun cuando esa decisión del gabinete del Reino Unido es pública, este país continúa como teacher de los derechos humanos en foros y organismos internacionales, donde acusa a otros de supuestamente violarlos en todo momento, destacan analistas.
(Tomado de Orbe)
Pie de foto: La controversial medida de deportar inmigrantes
















