Según fuentes profesionales, es demasiado pronto para indicar el inicio de una tendencia, pero en cualquier caso, este fue un año difícil en el ámbito de la salud en el Ejército, destacó el rotativo.
La publicación suurayó que la mayoría de los suicidas son hombre y casi ninguno dejó una carta o mensaje para explicar sus acciones.
Citó el caso de Niv Lovton, quien se quitó la vida debido a la presión a la que fue sometido por sus superiores para que testificara sobre los delitos de drogas de sus compañeros.
La atención médica y mental inadecuada de los veteranos discapacitados por parte del Ministerio de Defensa se convirtió en un punto de discusión y de protesta desde que Itzik Saidian se prendió fuego frente a unas oficinas de la División de Rehabilitación de esa cartera en abril del pasado año.
Esa institución es criticada también por el complicado proceso que deben completar los militares que dejaron el servicio activo para ser reconocidos como discapacitados, un asunto que puede llevar años.
En marzo último Reuven Magen, de 27 años, se suicidó tras sufrir trastorno por estrés postraumático durante más de siete años luego de su participación en la agresión a la franja de Gaza en 2014.
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