El diario The Jerusalem Post reveló que la medida fue adoptada tras una revisión de las aeronaves israelíes, que mostraron al parecer problemas similares a sus pares norteamericanos. No obstante, tanto la IAF como Lockheed Martin, la firma que fabrica el F-35, minimizó el problema al estimar que la versión israelí podría no tener esas fallas.
En julio último se estrelló otro aparato similar en Estados Unidos, que obligó a dejar en tierra a todas las aeronaves tanto en ese país como en Israel. En ese momento el problema fue detectado en el asiento de eyección, que fue ya solucionado.
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