En la Región Metropolitana, donde está ubicada la capital, ese indicador es de 17,55 puntos porcentuales, bastante por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud para considerar bajo control la pandemia.
Desde marzo de 2020, cuando se detectó el primer contagio, enfermaron en total cinco millones 12 mil 746 personas, de las que perdieron la vida poco más de 63 mil y se mantienen hasta hoy en fase activa 10 mil 89.
Esta semana finaliza la vigencia del decreto legislativo aprobado en 2020 para implantar el estado de Alerta Sanitaria en Chile, por medio del cual se otorgaron facultades especiales a las autoridades sanitarias y al ejecutivo para contener la crisis.
Gracias a ello, por ejemplo, se negoció de manera directa, o sea sin necesidad de licitación previa, la compra de vacunas y equipos médicos y fueron contratadas miles de personas con el propósito de reforzar la asistencia en hospitales y consultorios.
La normativa comenzó a aplicarse durante la presidencia de Sebastián Piñera y, al asumir el cargo, Gabriel Boric la extendió hasta el 31 de diciembre de este año.
En septiembre pasado las principales restricciones, como el uso de mascarilla sanitaria y el límite de la cantidad de personas en lugares cerrados, pasaron de la categoría de obligatorias a la de recomendables, excepto en los centros de salud.
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