A partir del 30 de diciembre, todos los viajeros que hayan visitado China en los últimos siete días deberán someterse a una prueba de Covid-19 al llegar a los aeropuertos nipones, informó en conferencia de prensa el primer ministro, Fumio Kishida.
En principio, quienes den positivo al virus respiratorio serán trasladados a centros de cuarentena durante una semana, precisó.
Asimismo, el mandatario aseguró que limitarán el número de vuelos procedentes del vecino continental con el objetivo de garantizar inspecciones de inmigración más exhaustivas.
“Hay información de que la infección se está propagando rápidamente en China. A la luz de esta situación, hemos decidido tomar medidas especiales temporales”, explicó.
No obstante, el gobierno actuará con “flexibilidad” en la implementación de los nuevos protocolos, los cuales no afectarán la política del país de avanzar “constante y cuidadosamente” a la par de la pandemia, mencionó.
China experimenta el peor rebrote de Covid-19 desde 2020 en Wuhan, que según expertos se debe a la continua mutación del nuevo coronavirus, la llegada del invierno y la caída de la respuesta inmune en las personas vacunadas.
La oleada disparó la cifra diaria a millones de infectados y aunque los muertos por la enfermedad también aumentaron, las autoridades sanitarias solamente contabilizan a quienes fallecen por problemas respiratorios o neumonía.
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