En particular existe preocupación por la quema de más de mil 660 palmas chilenas, especie endémica de la Región de Valparaíso y en la actualidad bajo amenaza de extinción.
Las llamas comenzaron en un sector del poblado de Nueva Esperanza, justamente donde están ubicados el santuario de la naturaleza “Palmar el Salto” y el parque “Kan-Kan”, en el que existen numerosos ejemplares de esa planta.
El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, aseguró que un alto porcentaje rebrotará porque es muy resistente a los incendios, pero habrá una cantidad perdida por completo.
A menos que las llamas quemen la parte superior donde se sostienen las hojas, la palma chilena puede seguir creciendo y generar los frutos necesarios para su reproducción.
Por la intensidad del fuego desatado la semana pasada en Viña del Mar también pudo ocurrir la extinción local de variedades de reptiles, arácnidos e insectos, que será difícil trasladar desde otros lugares, lo cual significa una alteración en el ecosistema.
El incendio iniciado el 22 de diciembre ocasionó la muerte de dos personas, más de 65 heridos y 340 familias afectadas, según las últimas informaciones oficiales.
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