En los últimos días el puerto de Montevideo recibió cuatro de esos hoteles flotantes, incluido el de mayor porte que se recuerde aquí y del que descendieron más de cuatro mil cruceristas.
Fueron casi nueve mil los que desandaron el corredor turístico de la Ciudad Vieja, en cuyas plazas y el paseo peatonal de Sarandí se ubican artesanos y vendedores de souvenir.
El subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, dijo que solo en la capital se esperan 157 cruceros en esta temporada estival que inicia. En el balneario de Punta del Este ya atracaron ocho y otros 60 deben asomar en el horizonte las próximas semanas.
Será una temporada récord de cruceros, apuntó Monzeglio en rueda de prensa.
La Cámara de Turismo (Camtur) también comparte las expectativas, cuyo cumplimiento tendrá días clave en enero, cuando ingrese el grueso de turistas, en particular de Argentina y Brasil.
La industria turística uruguaya busca recuperarse de la contracción provocada por la Covid-19.
Según el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) ese sector llegó a significar el 6,4 por ciento del Producto Interno Bruto en 2019.
Un año después, en medio de la pandemia, cayó a 2,6 por ciento y en 2021 apenas representó el uno por ciento del PIB.
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